El domingo 7 de mayo por la noche, la biblioteka m0v1l mutante tiró su ancla sobre la peatonal de calle Corrientes, desplegando su escena en el espacio público. Un cuerpo cartografiado por la instalación de una tela naranja, un aislante plateado, un tul celeste, dos pitufos de pelo fucsia, un fanzine pirata, una valija roja de Snoopy y un muestrario escalonado, largo y blanco con libros colgando: todx un cuerpx plegable y desplegable, apalabrado, despalabrade. Un cuerpo capaz de fugarse en cualquier momento, con carácter movedizo.
De un lado de Corrientes, pasaban colectivos, ambulancias, autos, autos, autos. Del otro lado, sobre la peatonal, la biblioteka había instalado su cuerpo. Yo recién me había bajado del subterráneo, había gente por todos lados, muchísimas luces y carteles. Caminé media cuadra y me encontré con esta experiencia apelando a una-otra-sensibilidad en medio de ese espacio sobreestimulante y excitado. Enseguida me sumé a la experiencia, tomé un libro, me puse cómoda y me sumé al silencio de la lectura. Un silencio tentacular: éramos varies, ahí, leyendo, como si no hubiese una ambulancia aturdiéndonos. Un silencio tentacular y contingente.
Luego, nos reunimos e hicimos una ronda, tanto les que habíamos ido especialmente a la experiencia, como quienes se la habían topado caminando por ahí, por azar, como si nada. Nos compartimos lecturas y afectamos/ocupamos ese espacio no sólo con nuestro silencio, sino ahora con una pluralidad de voces. Nos leímos. Charlamos de eso que leímos. Pirata I fue una de esas lecturas: un fanzine traccionado específicamente para esta experiencia, un fanzine pirata: internet circula poesía.
“Compartir y leer son dos verbos que necesariamente nos ponen en relación con une otre, y la biblioteca busca ser potenciadora de esos vínculos”. Así se presenta la biblioteka a sí misma. Me parece pertinente, acertado, jugoso. La lectura libre y en movimiento teje costuras sensibles entre une y otre. Nunca se lee solx: el silencio y la voz pueden ser tentaculares y nómades. Un cuerpo puede estar hecho de libros, puede mudarse, transformarse, agrandarse, achicarse, plegarse y desplegarse.
"(...) Atesoramos en nosotrxs
el poder del movimiento."